Nadia Sánchez tiene 22 años, actualmente vive con sus padres en la localidad bonaerense de Escobar, estuvo internada en 4 etapas diferentes en el neuropsiquiátrico Braulio Moyano, ingresó hace 3 años atrás por un intento de suicidio, le dieron el alta médica a principios de este año. Hoy continúa su tratamiento en un Hospital de día en Pilar, donde asiste diariamente como si fuera a trabajar. Afirma que recién este año tomó conciencia de la enfermedad que padece, y también, después de tanto tiempo, lograron diagnosticarle que sufre de un trastorno bipolar.
¿En que periodos estuviste en el internada en el Moyano?
La primera que vez que entré fue en octubre de 2007, por intento de suicidio. Estuve una noche en la guardia, al día siguiente me trasladaron al pabellón “Emergencia” donde la internación máxima eran 30 días. Ese fue el tiempo que estuve. A los quince días de haber entrado me dieron el primer permiso para volver a mi casa, pero debía regresar al día siguiente. Así fue como salí un sábado y volví el domingo, que recuerdo era el día de la madre. El mismo procedimiento se realizó al fin de semana siguiente. Y al fin, al cumplir cuatro semanas de mi internación me dieron el alta.
Después, pasé un mes afuera. Tuve dos recaídas en ese tiempo. En la última amenacé con tirarme a un dique de Puerto Madero. Yo le llamo "Tentativa de intento de suicidio".Por ese hecho entré nuevamente al hospital, derivada del Fernández, en diciembre de 2007. Ingresé a la guardia directamente, estuve un día y luego pasé a Emergencias. En esa oportunidad estuve más de un mes (45 días). Para ese período pasé Navidad internada.
La tercera vez entré en los primeros días de febrero de 2008 a “Emergencias” también. Fue en esa internación cuando me escapé por primera vez, pero llegué hasta la esquina, y tuve un intento de suicidio en el lugar. Estuve un mes y me dieron el alta. En esta ocasión no pasé por la guardia.
Y por última vez, la cuarta internación llegué y estuve cuatro días en la guardia. Esto fue para Agosto de 2008.Como Emergencias admitía solamente hasta tres veces a las pacientes me derivaron al pabellón “Admisión”. Fue en ese lugar donde tuve mi tercer intento y donde estuve 9 meses. De ese mismo pabellón, en mayo de 2009 me trasladaron a Terapia a Corto Plazo. Donde definitivamente recibí el alta en Junio de 2009.
¿Cual fue tu primera impresión cuando llegaste al lugar?
La primera vez que entré al hospital fue por una consulta de ideas suicidas, en Junio de 2007. Entré a la guardia, de noche y con mi mamá. Llegamos y me empecé a poner nerviosa, porque las pacientes estaban deambulando por los pasillos del pabellón, pidiendo monedas, cigarrillos, teléfonos para llamar a sus familiares...Una señora que estaba para pedir medicación me preguntó por qué había ido, y yo me puse a llorar. Me dijo que si los médicos me veían así me iban a internar. Entramos al consultorio y como teníamos domicilio en provincia nos dijeron que no me podían atender, que solo admitían pacientes de Capital.
Volví en Octubre con una orden de internación del hospital Ricardo Gutierrez. Me acuerdo que cuando le comunicaron a mi mamá que ese era el plan, ella preguntó si no había otra alternativa, la psicóloga respondió: “Es eso o un cementerio”.
¿Esa impresión cambió con el tiempo y con las demás internaciones?
Cuando íbamos en la ambulancia, la primera vez, mamá me dijo que ella se quedaría conmigo. Al enterarme que me tenía que quedar me angustié y lloré mucho. Yo tenía una muy mala impresión del lugar. Al otro día cuando me desperté hablé con otras internadas, y se me pasó un poco la mala sensación.
Al trasladarme a Emergencia me sentí muchísimo mejor. No digo que lo disfruté, pero mal no la pasé. No había nada que me molestara. Las enfermeras eran muy buena onda, las chicas también. A parte siempre estaba entrando gente nueva, por eso yo no cargué con mucho tiempo el hecho de ser "la nueva".
¿Como definirías a los profesionales que te atendieron?
Los profesionales que me atendieron fueron de lo mejor. La primera vez que me internaron, en la entrevista había por lo menos ocho profesionales, entre médicos clínicos, psicólogos y psiquiatras. Al día siguiente de haber llegado me entrevistó un médico muy amable, joven. Me hizo algunas preguntas y después me dijo que me iba a llevar al pabellón Emergencias. Cuando llegué ahí me asignaron una psicóloga (que había estado presente entre esas ocho personas la noche anterior) y una psiquiatra, las dos jóvenes y gentiles. En Emergencia la mayoría de los profesionales eran residentes.
En el pabellón Admisión, era donde tenías que rogar para que te atiendan, en el consultorio cuando entraba siempre estaba la psiquiatra, la psicóloga y una asistente social, que eran monótonas y no indagaban. Tal vez eso es algo muy subjetivo, pero creo que en términos generales todos fueron muy buenos.
¿Y cómo definirías al tratamiento que te efectuaron?
El tratamiento fue regular. Tenía aspectos positivos y negativos.
Positivo fue que me hicieron estudios, análisis de sangre, de orina, consultas al dermatólogo, odontólogo y ginecólogo, también un electroencefalograma..No me tenían ahí abandonada como piensan todos. Los médicos tenían buenos tratos. Hacían que el encierro no sea tan duro.
¿Que fue lo malo del tratamiento?
Lo negativo, y con esto termino de responder la anterior pregunta, fue que cuando caí internada la tercera vez, como yo no me quería quedar me llevaron a la fuerza a un cuarto y me contuvieron, eso es cuando te atan a la cama. Estuve así un día entero, me pusieron pañales y me daban de comer en la boca. Al día siguiente me desataron y fue cuando intente fugarme. Como me encontraron en la esquina me llevaron de vuelta y me ataron otra vez. A la madrugada siguiente me desaté sola y me quise ahorcar con el picaporte de la puerta. Me encontró una enfermera por lo que me catapulté a una contención de cuatro días más. En total fueron siete días contenida.
Y la cuarta vez también tuve un intento ahí dentro, me encontró una enfermera, me tuvieron contenida dos días enteros. Pero, me dijeron que por "prevención" me iban a mantener unos días atada a la noche solamente. Es decir, de día hacía una vida normal, pero cuando todas nos íbamos a dormir algún enfermero me iba a contener hasta la mañana siguiente. Eso pasó, pero no fueron unos días, ¡fueron cuatro meses!. Cuando iba a hablar con los profesionales para que me sacaran de esa situación se pasaban la pelota de un lado al otro. Todos me decían:"No es conmigo con quien tenés que hablar eso", hasta que cansada le rogaba al Jefe del Pabellón que me concediera unos minutos y le planteaba mi parecer, él era el que usaba continuamente la palabra "prevención". Todo esto fue en el Servicio de Admisión.
También por el hecho de que hubiera tenido un intento en el lugar y de haberme escapado me tuvieron hasta diciembre sin salir al patio. Estuve encerrada en el pabellón, que solo tenía una habitación con catorce camas, dos duchas, dos baños, un comedor-cocina y una enfermería. El resto eran tres consultorios. Recien recibí el primer permiso de salida a mi casa en diciembre, para Navidad.
¿Tenés alguna denuncia para hacer?
Sólo quiero decir que en Admisión no atienden bien a las pacientes. Las esquivan todo el tiempo. Cuando yo entraba al consultorio estaban Patricia De Mesquita (psiquiatra),Mabel de Guisa (psicóloga)y Haydee (Asistente Social), siempre ellas tres y siempre tenían las mismas preguntas:¿cómo te sentís?¿Qué querés hacer cuando salgas? y nunca me hablaban del alta ni del diagnóstico, por el que yo preguntaba cada vez que podía. La comida también era de lo peor, pero eso no viene mucho al caso.
¿Qué se hablaba dentro de los conflictos del hospital y de las versiones de cierre?
A mi me llegó el rumor de afuera de que iban a cerrar el hospital, no recuerdo si fue mi papá o alguno de mis hermanos. Me enteraba de cómo iban las cosas porque en el hall de entrada siempre había pizarras con carteles escritos que convocaban a Asambleas.
Un día le preguntamos con mi mamá a una psiquiatra del lugar y nos dijo que parecía que Macri quería las tierras para demoler los edificios y construir el centro cívico del la ciudad. Eso fue todo lo que supe del tema.
¿Notabas algún problema edilicio en el Moyano?
Cuando yo entré el hospital estaba en plena etapa de remodelación. Había pabellones muy confortables, y lindos a simple vista. Obvio que no todos estaban así. Un día fuimos al Tomasa, el pabellón de las enfermas crónicas, había mucho olor a orina, las paredes despintadas. Emergencias, que es en el que yo estuve mas veces, estaba en perfectas condiciones. Había otros más lindos que ese. Yo dejé de ir a principios de este año, no sé cómo habrá quedado el proyecto ese.
¿Qué opinas de la seguridad de los internos? ¿es verdad que te escapaste en mas de una oportunidad y aun siendo declarada una paciente de riesgo?
Creo que la seguridad es buena, a pesar de que en verdad me escapé dos veces. El tema es que el hospital tiene una sola entrada-salida, y por ahí pasan los médicos, los familiares que pasan a visitar a las pacientes, las pacientes de consulta externa...En la puerta de la guardia hay una mesa con personal de seguridad, te pedían la autorización para salir al patio.
Y si, me escapé dos veces, pero la técnica era pasar despacio, despreocupada por la puerta, para parecer una paciente ambulatoria. Así fue como lo hice.
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